sábado, 22 de agosto de 2015

Suéltalo (Let it go) - Frozen

La canción Suéltalo, o Let it go en inglés, fue compuesta por Kristen Anderson-López y Robert López para la película de Disney “Frozen”. La versión original fue interpretada por la gran cantante de Broadway Idina Menzel. También encontramos una versión pop que fue protagonizada por Demi Lovato. Pero en nuestro país, la encargada de doblar esta canción en castellano fue una de las participantes de la primera edición de Operación Triunfo, Gisela.

Esta canción y el resto de las que formaron la banda sonora de Frozen tardaron poco en coger popularidad entre los más pequeños, pero también entre los más mayores. Quizá por ello  ganó el Premio Óscar como mejor canción original en 2014 y fue nominada a los premios Globo de Oro. Tal ha sido la constante reproducción de esta canción que Jennifer Lee,  la co-directora y guionista del mayor éxito de animación de la historia, pidió disculpas a los padres al ver el cansancio de éstos al escuchar las canciones una y otra vez.

Este tema ha sido versionado en muchas ocasiones tanto con voces femeninas como con masculinas, incluso con coros de voces blancas. Se ha traducido a más de cuarenta idiomas de manera oficial. Las críticas que obtuvo fueron realmente buenas, llegando incluso a comparar esta canción con la principal del musical “Wicked”, Defying Gravity”. Incluso muchos de los especialistas lo describieron como un perfecto himno de liberación.


Y tras poneos en situación, aquí os dejamos la versión de Suéltalo de la película Frozen. ¡Que lo disfrutéis! 



sábado, 8 de agosto de 2015

Disneyland París: Frozen Sing-along

El espectáculo Frozen Sing-along se realiza en el Teatro Chaparral, que se encuentra dentro del recinto del parque temático Disneyland París, más concretamente en  Frontierland. Su duración es de unos veinte minutos y está disponible en dos idiomas: inglés y francés.

Esta pequeña obra está basada en la película Frozen, pero no es un resumen de la película, sino que más bien tiene un argumento propio. Se repasan escenas de la reina Elsa, su hermana Anna y Olaf, el simpático muñeco de nieve, con un argumento que se desarrolla en manos del coro y los protagonistas con la ayuda de vídeos y las canciones más características de este largometraje animado.
Anna y el coro cantando "Por primera vez en años"

Los vestuarios son realmente auténticos, tanto que parecen sacados directamente de la pantalla al mundo real. Los componentes del coro van vestidos todos iguales, con trajes en color azul jugando con dorados, negros y marrones, en el caso de los chicos; mientras que las chicas llevan faldas largas rosas y lilas, con un corpiño morado y mangas rosadas. Anna lleva el traje idéntico al de la película cuando sale en busca de su hermana Elsa: falda azul, corpiño negro, botas altas, un chal rosa y sus características trenzas pelirrojas. Olaf, por su parte, posee un cuerpo con un tamaño superior al de la película. El traje debe ser de gomaespuma y tiene unos acabados fantásticos, una maravilla que debe de haber causado sudores y quebraderos de cabeza a sus creadores. Kristoff también luce un traje muy trabajado: un chaleco largo de manga corta de símil de piel con acabados en “pelo de animal”, un fajín rosado y lila, y unas botas con la punta hacia arriba. Finalmente, Elsa va ataviada con su traje de “hielo” azul, compuesto por unas mangas semitransparentes de las que nace una cola con el mismo tejido, un corpiño brillante y una falda larga con un corte en la pierna derecha. En este caso, el tejido de la falda es demasiado rígido y quizá no dé la sensación de comodidad y fantasía que debiera.

Olaf saludando al público

En cuanto a los decorados, en esta ocasión se ha optado por realizarlos no con forma de dibujo animado, sino  con forma real. El escenario está compuesto en su totalidad por un paisaje nevado, lleno de abetos y colinas. Además, está acompañado de tres grandes pantallas en las que se van proyectando tanto los personajes cuando hablan, como las imágenes de la película cuando se está cantando una canción, la cuál se traduce en diferentes idiomas para que los espectadores puedan entenderlas e incluso cantarlas. El efecto que más llama la atención al público y que hace que se sienta dentro de la historia es cuando se canta la canción “Let it go” y se simula una nevada en todo el recinto. Como inconveniente, el escenario, al no ser un teatro propiamente dicho, posee dos pilares de gran tamaño delante, cosa que dificulta la visión desde algunos puntos de las gradas.

Tanto los bailes como las voces en directo son de gran calidad, aunque en algunas ocasiones, las canciones son cantadas por el coro en lugar de hacerlo los protagonistas. Esto quizá hace que se echen en falta a Elsa y Anna. Además, en el momento más esperado de toda la actuación, que es la canción “Let it go”, no se observa a Elsa cantarla en su totalidad, sino que al principio se utilizan las imágenes de la película y la actriz aparece en la parte final.

Elsa y Anna cantando juntas 

La duración, unos veinte minutos, es bastante corta, pero teniendo en cuenta que está dirigido a niños y que su atención no puede estar fija demasiado tiempo en un escenario, puede considerarse adecuada. Quizá debería realizarse alguna versión de más duración dirigida a niños a partir de 12 años y adultos que sea más extensa. Así mismo, el abanico de idiomas en los que se representa podría ser más amplio, pues hay un gran porcentaje de espectadores de habla hispana.


Pero como valoración general, podemos hablar de un espectáculo muy acertado y completo. La magia que rodea todo lo relacionado a los parques temáticos Disney también está presente en esta representación. Desde el principio de la actuación los espectadores quedan atrapados por el hechizo de algo tan simple, tan precioso y tan infantil como la utopía que generan las películas de animación de la gran multinacional Disney.

Puntuación:

9/10