martes, 7 de febrero de 2017

Priscilla. Reina del desierto



El musical rosa podría ser la descripción de “Priscilla. Reina del desierto”. Esto no sólo se debe a que el color que predomina en el telón de presentación tenga como principal el rosa, sino al carácter que acompaña la música de la obra, la personalidad de los personajes, el ambiente que se crea en las escenas… y es que el rosa, según diversos estudios psicológicos, evoca el amor y el romanticismo, pero también la alegría, diversión, energía y juventud, aspectos que se retratan a la perfección en esta historia, cuyos personajes principales con tres drag Queens: Bernadette, Tick y Felicia.

Un análisis correcto, que desgrane cada aspecto de esta divertida obra del teatro musical, hay que hacerlo por partes, para poder apreciar cada pieza del puzzle por separado y comentar el resultado de la unión de todas.

Desde su estreno en 2006 hasta la actualidad, “Priscilla” ha obtenido diversos reconocimientos, como los Sydney Theatre Award a mejor producción y el Judith Johnson al mejor actor, un Olivier al mejor vestuario en 2010, un Tony al mejor vestuario en 2011… y muchos más. Dicho esto, queda constancia de que no ha sido un musical que haya pasado desapercibido para la crítica.

Tanto el argumento como los personajes venían dados de “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, por lo que la historia queda muy clara para el espectador porque el guion cinematográfico sólo necesitaba ser retocado para transportarlo a un escenario en vivo y en directo sin perder esencia. El libreto es de Stephan Elliot y Allan Scott. Es una historia divertida, amena, entrañable en varios momentos. La existencia de un personaje infantil entre el reparto siempre genera ternura en el espectador y lo posiciona a favor a la hora de realizar una valoración.

Protagonistas de "Priscilla. Reina del desierto".


En cuanto al elenco, en un primer momento se contó con la imagen de un gran conocido en los escenarios y en las pantallas de España como Mariano Peña, aunque éste pronto abandonó dejando paso a José Luis Mosquera, quien hace una interpretación brillante del papel de Bernadette, siendo delicado en sus poses y bailes, consiguiendo que el personaje sea más que real. Jaime Zatarain interpreta a Tick y Christian Escuredo es Felicia. La suma de estos tres protagonistas es una bomba de locura que capta la atención del público y les hace llorar cuando ellos lloran y reír cuando están estallando en carcajadas. Así mismo, permite ver la evolución de la forma de actuación de los drags con el paso del tiempo, mientras Bernadette proviene de unos orígenes sensuales, finos… el más joven, Felicia, es obsceno y descarado.

El trío de divas, formado por Sylvia Parejo, Teresa Ferrer y Aminata Sow, ensalza el nivel vocal de la obra. Las canciones que forman parte de este musical, que son canciones pop y disco, en ocasiones requieren una gran técnica y ellas se nota que la tienen. Incluso cuando hay pequeñas desafinaciones, en lugar de restar valor a la obra, le suman, porque el espectador se da cuenta de que cantan en directo y las humaniza.

Divas del musical "Priscilla. Reina del desierto".


La parte musical es la que falla. Que un espectáculo como éste no goce de una orquesta en directo, le resta autenticidad y hace que para mucho se desvalorice el espectáculo y se pueda llegar a pensar que las voces también pueden ser grabadas. Claro está que sus motivos tendrán para haberlo decidido así, ya sea por falta de espacio, o para ahorrarse contratar a una pequeña orquesta.

Los distintos escenarios como el autobús de tamaño real (que es el mismo que se utilizó en Londres), el club con las cortinas plateadas, los camerinos, los bares de los pueblos o la habitación del hijo de Tick, contrastan mucho entre sí y hacen que el espectador distinga las dos realidades que se mezclan en el mundo del show: la fantasía y la vida real. Igual que pasa con los vestuarios, mientras en unas escenas son ellos mismos y visten ropa más de calle que hace ver que no están actuando como drags, sino como ellos mismo; otras veces aparecen con los zancos y coronas abrumadoras, coloridas y brillantes que hacen entender al espectador que están trabajando o actuando.

En conclusión, “Priscilla. Reina del desierto” es un musical para disfrutar en familia, para relajarse y dejarse llevar por las canciones que todos conocemos y con las que todos hemos bailado y hecho el loco. Además, las continuas bromas y chistes hacen que el que va a verlo desconecte del estrés del día a día y de las obligaciones. Es una obra totalmente recomendable para cualquier amante de los musicales o cualquiera que tenga ganas de pasar un buen rato.


7/10



    

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